No he estado nunca aquí, y me gusta. Me gustaría que cada ser humano pudiese viajar a cualquier lugar. Viajar te hace volver a lo que realmente eres, porque nadie te conoce, y no tienes nada que demostrar. Cuando preguntas a un lugareño por una calle, o pides algo en un mostrador de una tienda, o sonríes porque sí, eres más tú. Sobre todo cuando sales sin los habituales, sin tu familia, sin tus amigos, sin tus compañeros de trabajo. Notas que estás tú, y que te tienes a ti, y ni te exiges, ni exiges.
En la Conchinchina.
En la Conchinchina.
En la Conchinchina.
No he estado nunca aquí, y me gusta. Me gustaría que cada ser humano pudiese viajar a cualquier lugar. Viajar te hace volver a lo que realmente eres, porque nadie te conoce, y no tienes nada que demostrar. Cuando preguntas a un lugareño por una calle, o pides algo en un mostrador de una tienda, o sonríes porque sí, eres más tú. Sobre todo cuando sales sin los habituales, sin tu familia, sin tus amigos, sin tus compañeros de trabajo. Notas que estás tú, y que te tienes a ti, y ni te exiges, ni exiges.